
Olga Francia Elena Lara D’Soto (el nombre
completo de Olga Lara) nació en la ciudad de
Azua, el 16 de septiembre del 1953.
Dotada de una voz tan cálida como serena, tan
agradable como alucinante, Olga Lara es quizás la
cantante solista dominicana con más trascendencia.
El número de premios que obtuvo en el país entre
1980 y 1995, en la República Dominicana, no podría
ser más revelador: El Dorado, cinco veces (1980,
«Revelación del Año»; 1982, 1984, 1985
«Cantante del Año»; 1984, «Merengue “Mi Vida”»;
Casandra, otorgado por Asociación de Cronistas del
Arte (ACROARTE), cuatro veces (1985 y 1987,
«Cantante del Año»; 1987 y 1995, «Espectáculo
del Año»); El Gordo del Año, tres veces (1983,
1984, 1985).
Tanto es el respeto que hay en la República
Dominicana por Olga Lara que aún persiste, en el
país, la expresión “Olga Lara” como sinónimo
de “la otra cosa”—lo especial, lo único.
Pero lo que hace a Olga Lara especial («única» es
quizás una mejor palabra) no es sólo la voz
cálida, alucinante, serena: Olga Lara es quizás la
persona más sencilla, más amable, más afectuosa
que se uno encontrará jamás en el mundo del
espectáculo.
Aunque Olga Lara ha estado, en los últimos años,
alejada de los grandes escenarios y dedica más
tiempo a su familia, ha seguido componiendo
canciones, y hasta tiene una producción a la que
llamará “Cosas del Campo”, que espera algún
día dar a conocer.
Desea, también, regrabar sus primeros temas (con
nueva orquestación y tecnología), terminar su
libro de anécdotas “Algo más de mí” y hacer
un especial de televisión.
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