CABALLERO... SIN VIOLINES
A mi ingreso
al grupo de artistas de Teleantillas, se me van
abriendo los ojos ante un mundo completamente
nuevo para mí. Por un lado, gran apoyo a nuestro
trabajo, excelente imágen y sonido en nuestras
presentaciones y todo lo necesario para que
luciéramos como estrellas. Por otro lado, un
mundo difícil, de intrigas, competencias y
“cortadas de ojos”. Conversando un día con una
compañera me dice:
—Olga,
tu cantas siempre con tu guitarra, ¿es que no
tienes pistas? ¿no has grabado ningún disco?
—No
muchacha, le respondo, ¿con qué dinero voy yo a
grabar un disco?
—Pues
mira mi hija, tu no estás en na'- si no grabas algo
dentro de poco te botan de aquí.
Me
preocupó su comentario y se lo agradecí. Empecé a
indagar acerca del costo de un disco sencillo.
Como ochocientos pesos, me dijeron.
Me
tomó seis meses y medio ahorrar esa suma. Me puse a
dar clases de inglés en mi casa, en la empresa
donde trabajaba como secretaria pedí aumento de
sueldo y ...no me comía ni un dulce.
Así
pude ver hecho realidad mi sueño. Mi primer disco:
“Caballero”.
Cuando
muy orgullosa lo llevo al canal y lo presento a mis
compañeras y a algunos técnicos, escucho a
alguien que me dice, dizque de broma, pero con el
deseo evidente de hacerme sentir mal:
—Ay
Olga, pero ese disco no tiene violines y todas las
baladas modernas deben tener violines para que
se oigan "pesá". Yo creo que ese disquito
tuyo no va para ninguna parte.
No
recuerdo lo que le contesté a ese tipo, pero sé
que sentí una gran indignación y muchos deseos de
ponerme a llorar.
P.S. Mi
canción “Caballero” fue, aquel año, uno de los
temas más escuchados en toda la radio
nacional, debido a la eficiente promoción de la
casa disquera Karen Records, de Bienvenido
Rodriguez. Gracias a él, la empresa Combo
Records se interesó en mí como artista y
me grabó mi primer L. P. Gané ese año el
premio a la cantante más destacada y pude
comprarme mi primer automóvil. Todo eso gracias
a “Caballero”... a pesar de no tener violines.
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